Cartas sin mandar. 2. Hola T.:

octubre 12, 2006 at 0:15 (Cartas sin mandar, T.)

Hola T.:

Parece que le estoy cogiendo gusto a eso de hablarte sabiendo que no leerás esto. ¿Absurdo? Tal vez… He visto tu foto una vez más, está vez me he detenido a mirarla y no la he apartado de mi como lo haría una quinceañera azorada por mal de amores.

Estás igual que siempre, curioso… la misma expresión entre sorpresa, desgana o noséque. Recuerdo como te sacaban de quicio mis disquisiciones sobre temas que no eran de tu interés cuando bromeaba sobre tu peso o trataba de manejarme en inglés en Londres. Cuantas miradas de esas me dedicabas… O cuando tenía que comprobar donde había guardado el móvil y en medio de la calle vaciaba el bolso.

Tampoco te sentaba bien que en Madrid fuera demasiado cariñosa contigo o te mirase más de la cuenta durante la representación. En fin… ¿qué diría la gente si supierán de mí? Reconozco que sólo el amor hace que pierda los papeles y posiblemente los perdí en más de una ocasión.

Vas a venir a Madrid, de hecho sé hasta la fecha. ¿Cómo? Evidente, pero este no es sitio de explicarte como me dí cuenta de que tenías que venir a Madrid. Hasta podría asegurar que veremos la misma obra de teatro. Ojalá llegues el viernes y tengas entradas para ese día, así no coincidiríamos y se evitaría el encuentro. Sé lo mucho que te gusta Ibsen y que ya has visto, creo, Peer Grynt en Londres, pero el montaje del Teatre Romea te llamará al menos la atención. ¡Qué malo es conocerse…!

Sea como fuere no me tomaré muchas molestias por evitarte aunque no te buscaré. Ya sé que el peor desprecio es no hacer aprecio, pero no te ofendas por ello.

Bueno, a pasarlo bien, majete.

Saludos de parte de una ex – cortesana

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